De argumentos y argumentaciones

Convencer, persuadir, dar razones, son los pilares de la argumentación que, como vemos en la cita, se inició muy temprano en la historia de la humanidad, desde el momento en el que el ser humano debió elevar su voz para reclamar algo que se le había negado. A lo largo del tiempo la argumentación ha cambiado de formas pero sigue estando presente aún en esta época de las comunicaciones instantáneas y en línea.  Cuántas veces no has tenido que defender lo que piensas, convencer a otros de la validez de tus razones…y no solamente en tus trabajos académicos sino y especialmente en la vida cotidiana.  Y digo especialmente, porque es allí, en lo que sucede todos los días, donde debes tener claras tus ideas y pensamientos para decirlos con propiedad y que los demás los entiendan y los compartan o no.

De lo anterior se deduce que para dar razones es necesario que sepas y estés convencido de las ideas que propones; que tus argumentos sean válidos, lógicos y no pretendan engañar a quien te escucha; que los razonamientos estén dirigidos al asunto que se debate y no a ofender a tu opositor; y ten en cuenta que “en la intensidad de la adhesión de un auditorio a ciertas tesis, ya no es posible ignorar por completo, al creerlas irrelevantes, las condiciones psíquicas y sociales sin las cuales la argumentación no tendría objeto ni efecto”  (Perelman, Ch. y Olbrechts-Tyteca, L. en Margarit, A. M. 2008. s.p.).

Tipos de Argumentos

  • Basados en datos: Se presenta información irrebatible, datos estadísticos o demostrables, así como también informaciones que se presumen como ciertas o válidas. Sin embargo, no necesariamente la inferencia argumentos-conclusión será cierta, a pesar de que lo sean los datos que la sustentan. Suele tener una efectividad concreta a la hora de convencer a los receptores, especialmente a aquellos que se dejan seducir por los conocimientos y los datos concretos, sin ahondar demasiado en las conclusiones.
  • Basados en valores: Se apela al sentido emotivo o afectivo del receptor, que al ser convencido de que algo es bueno o malo en sí mismo, seguramente se inclinará por la aceptación o el rechazo natural a eso. Puede ser útil cuando se trate de convencer sobre cuestiones vinculadas a la salud o a lo convencionalmente aceptado.
  • Basados en definiciones: Cuando a partir de la definición de algo que interviene directa o indirectamente en el argumento es como se llega a la conclusión. De ese modo, la conexión con el argumento tiene un carácter de natural, y da la impresión de que es cierto ‘en sí mismo’, ‘por definición’. Esto en muchos casos es cierto, pero también puede ser falso.
  • Basados en descripciones: Es una forma de acumular varias argumentaciones en una. Si se trata de persuadir sobre la importancia de algo en virtud de muchas causas, lo más lógico será describir ese fenómeno, añadiendo detalles que terminen por concluir en la ventaja o desventaja de su aplicación.
  • Basados en la autoridad: Este tipo de argumentos se apoya en alguna figura reconocida como una autoridad, que de su apoyo se deriva la importancia de que todos lo apoyen. En la antigüedad (especialmente en las monarquías), era sin dudas el argumento de mayor fuerza, y más de una persona ha intentado desafiarlos costándole la muerte. Hoy por hoy, tiende a estar más instaurada la idea de que aún las autoridades vigentes pueden tener errores de apreciación, o se puede disentir con ellas.
  • Basados en comparaciones: Como las personas suelen verse tan reflejadas en lo que le ocurre a los demás, suelen tener mucho efecto este tipo de argumentos. Se presume que como otro estaba en la misma situación, tomó cierto camino y tuvo ciertos resultados, cuando uno esté en esa situación tomando el mismo camino tendrá los mismos resultados. A pesar de su marcada incerteza, se utiliza mucho en lugares como la política.
  • Por generalización: En algún punto similar a las comparaciones, pero con algo más de validez científica: si muchos casos iguales en una variable cumplen con cierta condición, probablemente otros con la misma también la cumplen.

Tomado de: Tipos de argumentos

Para conocer algo más sobre la argumentación, visita este sitio: La argumentación: Lo mismo y lo nuevo – Roberto MARAFIOTI

Cuando se argumenta una idea, es posible encontrar razones falsas con apariencia de certeza llamadas Falacias que pueden ser formuladas por ignorancia o con intención.  Si quieres saber más sobre las falsas argumentaciones, echa un vistazo a esta dirección de la Universidad Nacional Autónoma de México – Unam -: Falacias

Y en esta dirección encontrarás un ejemplo básico y sencillo de cómo se puede construir un texto argumentativo: Historia de un texto argumentativo

Referencias

Gabilondo, A. (17 de febrero de 2012) Argumentar es más que opinar. [Mensaje en un blog] El Salto del Ángel  Recuperado de: [Enlace]

Margarit, A. M. 2008. Demostración y Argumentación. Rosario.  Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Universidad del Rosario.  Recuperado de: [Enlace]

Pallas, C. 2006. La Argumentación, su historia a través de los filósofos. Montevideo. Centro de Impresiones y Publicaciones Nibia Sabalsagaray. Recuperado de: [Enlace]

Tipos de argumentos. Recuperado de: [Enlace]

Carácter Académico: Institución Universitaria. Personería Jurídica por Resolución 18537 del 4 de noviembre de 1981 del Ministerio de Educación Nacional. Institución de Educación Superior sujeta a inspección y vigilancia por el Ministerio de Educación Nacional (Art. 2.5.3.2.10.2, Decreto 1075 de 2015). Vigilada Mineducación.
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