La importancia de la inversión en educación para una sociedad basada en el conocimiento

De casualidad, mientras navegaba en internet me encontré con el reporte de la cantidad de contagios de COVID-19 en Israel. En el diario El País se presenta el importante efecto que ha tenido el proceso masivo de vacunación en Israel[1]. Allí se muestran las cifras de hospitalizaciones semanales de pacientes en dos rangos de edad. A partir de la aplicación de la segunda dosis, se evidencia una disminución considerable en las hospitalizaciones. Los resultados del estudio que he referenciado parecen apuntar que la vacunación ha tenido un resultado positivo.

 

La generación de las vacunas es la consecuencia de enormes esfuerzos de la empresa privada junto con el apoyo de algunos gobiernos de países desarrollados que han apostado por la investigación científica. La pandemia ha puesto en evidencia que una sociedad basada en el conocimiento es la llamada a progresar en varios ámbitos, incluyendo el económico, el productivo y, en general, en el bienestar social.

 

De aquí surge la inquietud de por qué en América Latina (en adelante AL) se tiene un cierto rezago en cuanto a desarrollo como sociedad. Por ejemplo, Rengifo-Millán, M. (2015) menciona que existen similitudes, pero también diferencias, en cuanto a la gestión que le dan los gobiernos a la educación superior (en adelante ES) entre países desarrollados y AL. Una de las principales conclusiones a las que llega el autor es que el insuficiente financiamiento a la educación superior en AL, siendo inferior al 1,5% del PIB, comparado con el 3% en Estados Unidos y entre 1,8 y 2% en Europa[2], tiene un impacto contundente en la cobertura en ES en nuestra región. Aunque se han llevado a cabo importantes esfuerzos para que haya un aumento en las oportunidades educativas, las tasas de cobertura en ES siguen siendo bajas. Dicha situación afecta la formación de talento humano capacitado, que es uno de los eslabones más importantes para afrontar los retos de la denominada sociedad del conocimiento[3].

 

Para una sociedad del conocimiento es importante adaptarse a los veloces cambios del entorno, esto implica una continua y permanente formación académica. Lo anterior conlleva a una desventaja en la actual economía globalizada. En este punto es importante entonces definir la sociedad del conocimiento en palabras de Dominique Foray (cita tomada de Márquez Jiménez, A. (2017)):

 

Las economías industriales van transformándose, progresivamente, en otras inspiradas en el saber, mediante unas inversiones elevadas en educación, formación, investigación y desarrollo, programas informáticos y sistemas de información. Se caracterizan por su uso destacado de las nuevas tecnologías de la información, no sólo para la comunicación entre las personas, sino también para la creación de conocimientos nuevos. De allí que se produzca una enorme intensidad de la innovación. Las organizaciones, comunidades y personas han de adquirir nuevas cualidades para ser capaces de prosperar en este mundo lleno de continuas alteraciones. Esto atañe a los sistemas educativos, los mercados laborales, así como a los modos de organización de las empresas y los mercados. La privatización de las bases de conocimiento y, por lo tanto, del acceso a los nuevos conocimientos, plantea igualmente unas cuestiones cruciales.

 

Con todo lo anterior, es claro que una inversión en educación es importante para tener capacidades investigativas y científicas que permitan afrontar retos como la pandemia actual. Sin una adecuada gestión de recursos y una correcta generación de políticas enfocadas a la generación de una sociedad basada en el conocimiento nunca acortaremos la brecha existente que nos separa de los países desarrollados.

 

Gustavo Andrés Campos Avendaño.
Director Centro de Investigaciones
Matemáticas e Ingenierías

 

[1]  Llaneras, K. (2021) La magia de las vacunas empieza a notarse (en Israel). Diario El País. (versión digital) recuperado de: https://elpais.com/politica/2021/02/05/actualidad/1612535766_125304.html

[2] Rengifo-Millán, M. (2015). La globalización de la sociedad del conocimiento y la transformación universitaria. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 13(2), 809-822.

[3] Márquez Jiménez, A. (2017). Educación y desarrollo en la sociedad del conocimiento. Perfiles educativos39(158), 3-17.

Carácter Académico: Institución Universitaria. Personería Jurídica por Resolución 18537 del 4 de noviembre de 1981 del Ministerio de Educación Nacional. Institución de Educación Superior sujeta a inspección y vigilancia por el Ministerio de Educación Nacional (Art. 2.5.3.2.10.2, Decreto 1075 de 2015). Vigilada Mineducación.
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