Las falacias argumentativas

Las falacias argumentativas constituyen uno de los principales errores a la hora de desarrollar un texto argumentativo. Se presentan como aparentes argumentos pero su validez es débil o nula, así mismo, incurren en la descalificación o el engaño. En concreto, las falacias argumentativas fracturan el proceso argumentativo a través del error o una información falsa.

Algunas de las falacias más frecuentes entre los escritores son:

  1. Autoridad. En el ejercicio de la argumentación es recurrente investigar autoridades en un tema para reforzar nuestras ideas, sin embargo, se suele incurrir en este tipo de falacia al acudir a una autoridad no relacionada con el tema a desarrollar, por ejemplo:

Colombia resolverá la guerra civil desde las negociaciones pacíficas, afirmó el director técnico de la selección Colombia, José Néstor Pékerman.

  1. Generalización. La investigación de una postura a partir de varios expertos hace que se refuerce un argumento, sin embargo, no redactar de manera específica o detallada nos puede llevar a caer en una generalización, por ejemplo:

Todos los estudiosos y todos los agricultores  afirman que la comida transgénica afecta la salud.

  1. Ataque directo. Busca descalificar u ofender al contendor con enunciados contrarios o inconsecuentes frente a lo que se defiende, de esta manera se desvía la comprobación argumentativa hacia la ofensa, por ejemplo:

No estás autorizado para hablar sobre el cuidado de los niños porque no tienes hijos.

  1. Apelar a la misericordia. Intenta persuadir a partir de razones conmovedoras, pero no consecuentes con lo que se está argumentando, por ejemplo:

Profesor necesito de su ayuda para pasar esta asignatura, ya que si la pierdo mis papás no me pagarán el próximo semestre.

  1. Apelar al temor. En este caso las razones son reemplazadas por amenazas para convencer, por ejemplo:

Si  no te portas bien este año, Papá Noel no te traerá regalo.

  1. Apelar a la popularidad. Se intenta validar una postura a partir del apoyo mayoritario que pueda tener, por ejemplo:

El candidato del partido rojo lidera las encuestas, seguro será un gran presidente.

  1. Causa falsa. Ocurre cuando las razones que empleamos para defender un postulado no comprueban el argumento, ya que tienen una relación circunstancial que genera confusión, por ejemplo:

El trabajo es salud, entonces que los enfermos trabajen.

  1. Falsa analogía. Presenta una comparación con cierta similitud en algunos aspectos para establecer una razón general, pero las características erróneas de la comparación propician falsedad en la postura, por ejemplo:

Los homosexuales están enfermos, pues así como tú no decides ser un cocodrilo, tampoco puedes decidir ser un hombre o una mujer.

  1. Ambigüedad. Surge cuando la redacción es descuidada o busca sensacionalismo, lo que produce confusión en el lector, por ejemplo:

Accidente fatal en una plaza de la ciudad, mueren dos personas y un boliviano.

  1. Ignorancia. plantea un razonamiento con apariencia válida, pero la carencia de conocimientos que presenta este supuesto razonamiento hace que sea incomprobable. por ejemplo:

Dios existe porque nadie ha podido demostrar que no existe.

Referencias

Murillo, J., Ramírez. L., Calle, L. (2016). La ortografía de Tarzán. Bogotá: Editorial CESA.

Carácter Académico: Institución Universitaria. Personería Jurídica por Resolución 18537 del 4 de noviembre de 1981 del Ministerio de Educación Nacional. Institución de Educación Superior sujeta a inspección y vigilancia por el Ministerio de Educación Nacional (Art. 2.5.3.2.10.2, Decreto 1075 de 2015). Vigilada Mineducación.
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