Cómo Aliviar el Estrés y la Ansiedad en los Niños Menores de Seis Años

Publicado: el 28 mayo, 2020 por AdminKonrad / Konrad Lorenz
En esta época de pandemia, los niños también han experimentado el aislamiento y la frustración. Adaptarse a nuevas rutinas, no poder salir al parque, ni ver a sus abuelos ni amigos, son situaciones que pueden desencadenar estrés y ansiedad en ellos.
El desarrollo en cada niño es distinto, influye su temperamento y las estrategias que han desarrollado los padres para ayudarles a afrontar momentos difíciles.
Ivonne Grau González, Mg. en Psicología Clínica Comportamental Cognoscitiva y Docente de nuestra Institución, explica cuáles son esas señales de alerta que debemos revisar en los niños, qué estrategias podemos utilizar para ayudarles y cuáles comportamientos podemos evitar, para hacer que la situación fluya mejor.
Debes estar pendiente de estas señales:
-Llanto difícil de consolar que no se relaciona con necesidades nutricionales, médicas o de higiene.
-Cambio en los patrones de sueño o alimentación.
-Más sensibilidad digestiva, vómito, diarrea, no asociados a cuestiones médicas.
-Mayor hipervigilancia y necesidad de cercanía de las figuras de cuidado.
-Retorno a la dependencia del adulto en habilidades que ya habían ganado, como control de esfínteres, verbalización, entre otras.
-Fácil irritabilidad.
-Menos interés en la exploración independiente: juegos, rutinas, entre otros.
-En niños de dos años en adelante, mayor resistencia a las normas.
-Cambio en las preferencias del juego.
-Reportan sensación de malestar: estomacal, cabeza, extremidades, entre otros, sin correlatos clínicos evidenciados.
Lo que NO debes hacer:
-No abandones al niño en largos episodios de llanto.
-No zarandees al niño.
-No grites y no golpees.
-No atribuyas mal intención o manipulación a las conductas.
-No aísles al niño en el cuarto ni expreses rechazo por estar en pataleta o estrés.
-No uses palabras de juicio (quién te entiende, nada te gusta, eres caprichoso, me tienes al borde del caos, niño malo).
-No desaproveches el juego.
-No grites, asustes, humilles o golpees.
-No critiques los retrocesos, ni ridiculices (te volviste bebé ahora).
-No amenaces el vínculo (te va a llevar la policía, el coco, el loco).
Lo que debes hacer:
-Da un paso atrás y analiza la situación, toma perspectiva (vuelva a ver la situación como un espectador, ver desde el ruedo).
-Muévete suave y con movimientos oscilantes si el niño disfruta del contacto en ese momento (mecer, acunar, caminar con el bebé en brazos).
-Monitorea tus propios gestos, distensiona los músculos faciales y transmite confianza, los niños se guían por nuestras señales.
-Si el niño pide distancia corporal, permítele percibir control físico.
-Usa voz suave o un arrullo mantenido y mirada acogedora.
-Satisface la necesidad nutricional o de higiene, mantén hidratado al niño con agua o bebidas no endulzadas.
-Reduce la sobre-estimulación sensorial (no lo abrumes con demasiados estímulos o solicitudes).
-Sé paciente con instaurar de nuevo rutinas y afianzar logros.
-Da alternativas frente a un no. Ejemplo: no podemos salir, pero podemos jugar en la carpa.
-Mantén las rutinas y rituales.
-Haz predecible el día anticipándole con tiempo la transición entre actividades.
-Usa el juego y el humor como forma de interacción (roles, símbolos), haz el día divertido.
-Deja que el niño ponga las reglas del juego y diviértete, no cambies las reglas.
Tips para Aliviar el Estrés y la Ansiedad en los Niños Menores de Seis Años